El paso que Armstrong ¿nunca? dio sobre la Luna
16 de julio de 2009, 12:00 AM
Catalina Guerrero
Redacción Internacional, 16 jul (EFE).- Que fue grande para la
Humanidad es indudable, pero el famoso pequeño paso que Neil
Armstrong dio hace 40 años fue, según algunos, la mayor estafa del
siglo XX: No lo hizo sobre la Luna sino en un estudio
cinematográfico secreto y a las ordenes ni más ni menos que de
Stanley Kubrick.
Es lo que mantienen los defensores de esta leyenda urbana,
probablemente la más famosa de las catalogadas como "teorías de la
conspiración", y lo hacen en libros, documentales y, evidentemente,
en internet.
El motivo de ese supuesto vil montaje por parte de la
Administración de Richard Nixon fue, según esta teoría, matar dos
pájaros de un solo tiro:
Mostrar, por un lado, la supremacía de Estados Unidos frente a la
URSS en la carrera espacial en plena etapa de la "guerra fría", y,
por otro, subir la moral del pueblo estadounidense que estaba por
los suelos tras la traumática experiencia en Vietnam.
Bill Kaysing es el principal ideólogo del "timo" del Programa
Apolo, desarrollado en la década de 1960 y considerado como uno de
los éxitos más importantes de la tecnología moderna al marcar el
hito de llevar hasta la superficie lunar a seis misiones, incluida
la histórica Apolo 11, y de que en sólo tres años (1969-1972) doce
astronautas caminasen sobre la Luna.
"We never went to the moon" ("Nunca fuimos a la Luna", 1974) es
el libro que catapultó al escritor Kaysing al rango de "padre" de la
hipótesis del fraude lunar al fijar la columna vertebral de la
argumentación sostenida aún hoy por los defensores de esta teoría.
El cielo sin estrellas y las sombras convergentes que se aprecian
en algunas fotos de las misiones, el ondear de la bandera en un
ambiente sin atmósfera y por tanto sin viento, la huella perfecta de
la bota de Armstrong en el polvo seco de la Luna o la falta de
cráter tras el alunizaje del módulo espacial "Águila" son algunas de
las "anomalías" que apunta Kaysing y repiten sus discípulos, entre
ellos Ralph Rene.
Inventor autodidacta y editor de prensa, Rene ahondó en esos
detalles aparentemente "chocantes" en su libro "NASA mooned America"
("La NASA alunó a America", 1992) en el que sostiene que la agencia
espacial estadounidense carecía de los recursos técnicos para llevar
un hombre a la Luna y traerlo de regreso a la Tierra sano y salvo.
Estos dos libros, una película, un programa de televisión y un
documental han contribuido en estos 40 años a mantener viva la llama
de esta teoría de la conspiración.
En la película de ciencia ficción "Capricorn One" ("Capricornio
Uno, 1978), el cineasta Peter Hyams muestra a la NASA fabricando una
falsa misión y obligando a los astronautas a ser cómplices de la
farsa de un viaje espacial, pero a Marte en vez de a la Luna.
Pero fue el programa "Conspiracy Theory: Did We Land on the Moon?
(Teoría de conspiración: ¿acaso aterrizamos en la Luna?), emitido
por la cadena estadounidense de televisión Fox en 2001 el verdadero
trampolín desde el que esta polémica saltó a nivel internacional con
debates en mil y un foros de internet.
Y la guinda la puso un año después un documental-ficción francés,
"Opération Lune" (Operación Luna), realizado por William Karel.
Con imágenes de archivo reales sacadas de contexto, y mezclando
hábilmente datos verdaderos y falsos, Karel analizó en clave
paródica la tesis de que Nixon urdió una compleja trama para hacer
creer al mundo que el Apolo 11 aterrizó en la Luna.
Es de ese documental, en el que ofrece su testimonio la viuda de
Stanley Kubrick, de donde sale la idea de que el cineasta afrontó el
encargo de Nixon en los ratos que le dejaba libres el rodaje de
"2001: A Space Odyssey" ("2001, una odisea en el espacio", 1968).
Lo curioso es que, pese a que al final de la cinta queda claro el
carácter delirante de la misma y su argumento totalmente ficticio,
muchos telespectadores terminaron convencidos justo de lo contrario.
Pensaron que aquellas imágenes en blanco y negro del primer
hombre andando sobre la Luna, observadas por una quinta parte de la
población mundial por la pequeña pantalla un 20 de julio de 1969,
fueron sólo una superproducción hollywoodiense.
Y de nada sirve que científicos, técnicos e interesados en la
historia de la exploración espacial hayan refutado sesudamente una
tras otra todas las afirmaciones de los "conspiradores", para ellos
Armstrong y los otros once astronautas de la misión Apolo jamás
pisaron la Luna. EFE