El presidente electo de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó ayer que "no planea cambios dramáticos, cambios radicales" en las bases de la política económica del país que se ha desarrollado en los últimos 16 años y llamó a todos los sectores a unirse para derrotar la pobreza.
MANAGUA, (AFP, EFE). "Hemos asumido el compromiso de mantener y enriquecer todos los aportes (de gobiernos anteriores). No están contemplados cambios dramáticos, cambios radicales en las bases de la economía que se han sentado en estos años", dijo Daniel Ortega.
El candidato por el Frente Sandinista obtuvo el 38,07% de los votos, nueve puntos más que el banquero Eduardo Montealegre, el candidato de Washington, quien logró solo 29%, según resultados de más del 90% de las juntas de votos escrutadas.
El anuncio sobre la economía fue hecho por Ortega, tras recibir la felicitación del presidente Enrique Bolaños y miembros de su gabinete en casa presidencial.
"Estamos dispuestos a ayudarle a usted para que pueda ayudarle a Nicaragua. Cuando nos toque hacer oposición, tenga la certeza de que será constructiva, solo por el bienestar de la patria", dijo Bolaños en su saludo al nuevo gobernante que asumirá el cargo el 10 de enero.
En su mensaje para tranquilizar a los sectores empresariales e inversionistas, Ortega aseguró que cumplirá sus compromisos con los nicaragüenses de "erradicar la extrema pobreza y la pobreza" pero "cuidando los elementos macroeconómicos y todo lo que se ha logrado avanzar en esa materia" en el país.
El modelo económico desarrollado en los últimos 16 años en Nicaragua con aval de organismos financieros internacionales está basado en una economía de mercado y libre empresa, que el propio Ortega calificó de capitalismo "salvaje" durante su campaña política por la presidencia.
Nicaragua aplica un plan de ajuste económico desde 1992, con un control de la inflación a un dígito, un sistema de micro devaluaciones diarias que totalizan el 5% anual de la moneda y control del gasto público, entre otras normas macroeconómicas.
Bolaños instó a Ortega a continuar impulsando el modelo de desarrollo imperante, mantener los niveles de deuda externa y atraer inversiones.