| | | | | | | El gobierno chino contraataca a las críticas internacionales tras la represión en el Tíbet con un informe para intentar demostrar que no realiza un genocidio cultural en el Tíbet.
Las autoridades chinas han publicado un "libro blanco" para dar a conocer al mundo los esfuerzos que realiza para proteger la cultura tibetana y negar las acusaciones de practicar un genocidio cultural que atribuyen a la propaganda del Dalai lama y sus seguidores.
El informe consta de seis apartados en que se repasa el trabajo del gobierno para preservar las creencias religiosas, el idioma, el patrimonio cultural, junto con el desarrollo de la ciencia, la educación y los medios de comunicación.
El documento reivindica la cultura tibetana como parte de la cultura china y califica como engañosa la reivindicación de una "autonomía cultural del Tíbet" ya que la realidad cultural es fruto de la fusión especialmente del contacto con la población Han.
Acusa al actual Dalai Lama y a sus seguidores en Occidente de conspirar para mantener a los tibetanos en un estado similar a la edad media sin posibilidades de modernizarse y disfrutar de los avances de la civilización como si fueran fósiles vivientes. |
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