NACIONES UNIDAS (Reuters) - El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas debe aprobar una resolución que presione a Damasco y Beirut a establecer lazos diplomáticos para obligar a Siria "a salir de su negación" y reconocer la soberanía libanesa, dijo el viernes embajador estadounidense John Bolton.

Una propuesta de resolución que fue entregada a Naciones Unidas por Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos esta semana pedía a Siria responder a los pedidos del gobierno libanés para aclarar la delimitación de su frontera y acceder a establecer relaciones diplomáticas formales.

El viceministro de Relaciones Exteriores sirio, Fayssal Mekdad, ha estado intentando convencer a los miembros del Consejo de Seguridad de oponerse a cualquier nueva resolución, argumentando que las fronteras y los lazos diplomáticos se están fuera de los alcances del Consejo.

Sin embargo, Bolton dijo que la resolución era "vital para obligar a Siria a salir de su negación de que Líbano es un país independiente."

"El tema entre Siria y Líbano involucra una ocupación de décadas de un país a otro, una continua mediación en los asuntos internos de Líbano por parte de Siria," dijo.

La embajadora danesa Ellen Margrethe Loj también defendió la propuesta. "En mi mente no existen dudas de que es necesaria," dijo. Pero el embajador de Grecia Adamantios Vassilakis advirtió que la resolución debe remitirse a "las responsabilidades propias del Consejo."

La propuesta también pide a Siria que tome medidas para prevenir el tráfico de armas desde su territorio a las milicias de Líbano.

El embajador francés, Jean-Marc de la Sabliere afirmó que esperaba que se tomara una decisión sobre la medida a principios de la semana próxima.

En general, el texto busca la implementación completa de la resolución 1559 del Consejo -emitida en septiembre del 2004-, que pidió el fin de la intervención externa en Líbano. Desde hace 29 años hasta ese entonces, Líbano había estado bajo el dominio sirio.

Siria se retiró de Líbano en abril del 2005, en respuesta a la indignación de la comunidad internacional y a las protestas de los libanases, que se incrementaron tras el asesinato del ex primer ministro Rafik al-Hariri, ocurrido meses antes.

Investigadores de Naciones Unidas han reportado evidencia de que funcionarios sirios de alto rango y sus aliados libaneses estuvieron involucrados en el asesinato.