| | Mery Vaca La Paz, Bolivia |
Enrique Locotura (izq.) de Repsol, firma el acuerdo ante el presidente de YPBF, Juan Carlos Ortiz. |
El gobierno boliviano logró, cerca de la media noche del sábado, un acuerdo con todas las empresas petroleras que operan en Bolivia. De esa manera, la nacionalización de los hidrocarburos, decretada el 1 de mayo, quedó consumada.
En un acto festivo e interrumpido insistentemente por aplausos, los ejecutivos de ocho compañías extranjeras firmaron nuevos contratos de operación con la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).
Las empresas que aceptaron las nuevas reglas de juego en Bolivia son Petrobras Bolivia, Petrobras Energía, Repsol YPF, Andina, British Gas, Chaco, Matpetrol y Pluspetrol. Estas ocho compañías se unieron a Total y Vintage, que firmaron sus convenios en la noche del viernes.
El plazo para la suscripción de los nuevos acuerdos venció a la media noche de este sábado.
Con la firma de los nuevos contratos, las empresas aceptaron subir la renta petrolera a favor del Estado de 50 a 82 por ciento en los campos grandes, devolvieron la propiedad del gas a YPFB y se convirtieron en prestadoras de servicios. Además, YPFB participará en toda la cadena hidrocarburífera.
El presidente Evo Morales aseguró que con los nuevos impuestos, el Estado subirá sus ingresos de US$500 millones a US$1.000 millones anuales. E, incluso, adelantó que dentro de cuatro años, el país percibirá una renta de 4.000 millones de dólares anuales, gracias al contrato de compra venta de gas suscrito con Argentina.
Sin expulsiones
Morales, en el discurso que pronunció luego de la firma, dijo que Bolivia estaba viviendo "una noche histórica porque acá estamos consolidando la nacionalización de los hidrocarburos. Misión cumplida".
Luego aseguró que su objetivo de recuperar los hidrocarburos se produjo "sin expulsar a nadie, sin confiscar a nadie, pero también es una nacionalización sin indemnización".
Varias compañías firmaron el acuerdo con el gobierno boliviano minutos antes del vencimiento del plazo. |
El Mandatario enfatizó en que se respetará la seguridad jurídica y que los nuevos contratos se cumplirán al pie de la letra.
Los convenios, una vez suscritos por las petroleras, deben pasar al Congreso Nacional para su ratificación.
Sin embargo, las tareas del gobierno en el cambio de la política hidrocarburífera aún no terminan. Por un lado, el fortalecimiento de la estatal petrolera aún está en proceso y, por otro, los proyectos de industrialización todavía no tienen financiamiento, excepto por una planta separadora de gas que construirá en sociedad con Argentina.
Y, quedan pendientes dos grandes temas con las brasileña Petrobras: la situación de las refinerías y el nuevo precio del gas. El Gobierno boliviano pretende conseguir la mayoría accionaria en las refinerías que son de propiedad privada de Petrobras y, además, busca elevar el precio del gas que vende a Brasil, tal como lo hizo con Argentina.
En el curso de las negociaciones, las empresas que mayores complicaciones presentaron son Petrobras y la española Repsol.
Morales se refirió la madrugada de este sábado a ambos casos. Envió un mensaje de amistad al presidente brasileño Lula da Silva y dijo que "con Brasil estamos obligados a vivir en un matrimonio sin divorcio, por nuestros pueblos, porque ambos nos necesitamos".
Y, sobre el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, dijo que "es una garantía y una esperanza para que Europa nos abra las puertas".
Petrobras y Repsol son las empresas petroleras más grandes que operan en Bolivia. Entre ambas controlan el 51 por ciento de las reservas de gas. Le siguen, en orden de importancia, British Gas (Reino Unido) y Total (Francia).